Forma inmóvil de los lepidópteros, entre el estadio de oruga y el de mariposa.
Parada y colgada de una teja, moviendome con el viento, balanceandome a su merced, en eso estamos; en espera a la vez que en movimiento, observando el entorno, sin saber muy bien que ocurrirá, con temor .¿El hilo aguantara mi peso?¿Vendrá el petirrojo y me comerá?¿ Alimentare a sus hijos?, o por el contrario ¿ vendrá la urraca?.
Si pudiera elegir preferiría el petirrojo pues antes de ser crisálida eramos viejas conocidas, compartiendo tiempo y espacio en un hermoso jardín bajo un manzano, comunicandonos mediante su lenguaje ya que es mas fácil que el mio.
Fin de la primera parte.